jueves, 21 de febrero de 2013

Es imposible prometer no llorar por algo que duele.
Coger testigos al azar y hacerles partícipes de nuestras incoherencias no cumplidas.
De nuestros contratos pactados con el aire que nunca se firmarán con pluma.
Comprar tiempo para regalarte, y devolverlo a largo plazo.
Minuto por aquí, minuto por allá.. y construir así una vida llena de sin tis.. Sin lunas amargas y sin noches vacías.


Porque mi tiempo es mío, y mi futuro es tuyo.
Y el querer más de la cuenta me vuelve predecible, no lo olvides.

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